Tuesday, May 06, 2008

el poema del día 17

Al parecer cuando se levanto esta mañana
con un sol puesto en la perpendicular de lluvia,
cosa de astronomía que se puede leer el Internet
o comprando la revista Entre mas sabes menos sabes,
noto que sus energías se habían quedado en la cama
con las chamarras revueltas y el cobertor por un lado,
sin fuerza ni para ir a desayunar vio como la mañana
con su sonora carcajada le decía que el día ya estaba
tan avanzado que ha esa hora ya habían ocurrido
356 muertes de las cuales 56 eran violentas,
aún así dispuso tomar una tasa de café
se fue por el corredor muy parecido
al que conduce a los condenados
a muerte, pero felizmente se
acorto y nada mas trágico
para un amanecer tardío
que el agua fría que
hay que calentar
con el microondas
y el fastidio de esperar
los 2:47 minutos y segundos
que tarda en salir el agua caliente
para luego escuchar el sonido del azúcar,
¿sonido del azúcar? ese que se produce por
el efecto del agua caliente, como si fuese soda
y ver al café soluble instantáneo /creación guatemalteca/
hacer la mezcla idónea para un intento de despertar, pero
esa taza no alcanza y hace falta otra como falta hace la fuerza
para poder ir a hacerla, total los problemas que trae la mañana y
el trabajo atrasado lo ahogan desde de las 9:48 que se levanto hasta
las 12:50 que se dio por enterado de que el día ya había avanzado a la
tarde con su tibio sol que no logra mas que sofocar a los que están afuera
por suerte él se encuentra adentro y todo pasa felizmente en los dos minutos.

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