Monday, April 28, 2008

el poema del día 09

kalimba.

Eran las 8:52 de la noche
en una estrecha calle del pueblo
mal iluminada por una lampara
en lo alto de un poste gris
como todo lo que le rodea,
es la avenida ¿qué avenida?
acabo de mencionar calle
pero es avenida
aún cuando sea
tan estrecha,
cerca de llegar
al cruce ahora si
con una calle
en un carro
de mala marca
cuatro idiotas
de que otra forma
se puede definir
la conducta
de los hombres
del pueblo,
le gritan a un muchacho
que va cruzando la avenida
por donde ellos van pasando
¡Kalimba!
es un muchacho oscuro
de esos que dan miedo al verlos
que son espectros en la noche,
insistentes gritos de
¡Kalimba!
ellos aún no se van
porque siguen gritando
en esos segundos tan valiosos,
él se voltea y regresa
para sacar de su saco
una pistola automática 9 mm.
y le apunta al copiloto
con firmeza
mientras le increpa:
¡repetí lo que dijiste hijo de puta!
al momento que le disparo a las llantas
ni el ruido de la pistola se oyó
porque tiene silenciador,
no se podían mover ahora
y estando tan cerca con el arma
los retaba,
¡gritame Kalimba pues hijo de puta!
el copiloto esta pálido sin poder expresarse
los otros tres en el carro asustados no sabían
si bajar o decirle que acelerara el carro
así con las dos llantas del lado derecho
sin aire y reventadas,
como no obtenía respuesta
disparo cinco veces al piloto que
en el acto murió por los impactos de bala,
mas asustados aún los que iban atrás intentaron
salir corriendo
pero por descuido
tenían puesto el seguro
de atrás contra niños
que solo se quitaba
desde el piloto,
le sigue diciendo
con fuerza
¡quiero escuchar Kalimba!
pero no podía ni decir la ka,
entonces le advierte
me decís Kalimba y no mato
a uno de tus amigos
como no podía decir nada
sus amigos le empezaron a gritar
¡puta decile!
¡que esperas mierda!
-a shoooo cerotes...
¡pum! que sonó ¡puf!
en la frente del chico
que iba atrás del piloto,
me vas a gritar ¡Kalimba!
el que iba a la par del ahora
muerto ya quería llorar
e implorar que no lo mataran
empezó a decir con fuerza
¡Kalimba!
mientras el copiloto
decía muy quedo
algunas incoherencias
de no me mates,
ya cansado
apunta al chico
que quedaba atrás
volviendo a gritar
le dice
-a vos no te dije
que gritaras hijo de puta...
¡puf! tres veces
ya con los tres amigos muertos
grita tímidamente y tartamudeando
¡Kalimba!
-te voy a dejar vivo para que tu infierno
sea este, me pudiste gritar Kalimba hace ratos
pero por marica no te atreviste y fui matando
a cada uno de tus amigos y ya egoístamente
para salvar tu vida me tartamudeas Kalimba,
come mierda hoy, mañana y siempre...
A esa hora hay poca gente por el lugar
pero por extraño nadie vio algo claro,
todos se contradicen con el acecino
y el copiloto entro en un shock traumatico
que no logra recordar quien mato a sus amigos,
lleva ocho meses en terapia tanto para recordar
como para paladear sus remordimientos de infierno,
siempre se dice yo el cobarde, egoísta, mierda.



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