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Entonces, Argentina...

Y no me preguntes por qué,
es como sucéde con Guatemala,
la amo y es un punto y aparte,
hay algo en la historia entre los dos,
y seguiré el camino.

Una copa de vino...

Así hacia las tres y cuarto de la tarde
en la calle Corrientes
con el sol pegando en la cara
y la sombrillas haciendo sombra
los meseros y comensales se ponen de acuerdo
ya hice el trato y tengo en mi mano una copa
esa copa cristalina y gruesa
que traspasa el color tinto del vino
según entiendo es de la mejor cosecha Argentina
y las más selectas uvas,
la platica va de un partido de fútbol, la novela y
la última "cagada" de adaptación cinematográfica
de nuestra infancia y mas cuando nuestra edad
es relativamente jóven y ya viendo los años,
la mesa de hierro y vidrio acompaña bien,
afuera es más fresco que adentro del local
aún cuando tiene aire acondicionado,
el color amarillo de las paredes son de verano,
y trago degustador de esa copa y
el salud con María,
un bríndis por la tarde...

a estas horas ya debería estar muerto
y aún sigo vivo y no sé como le hago...