Acá esta muy encerrado, me siento sofocado, pero mi mamí tiene que hacer unos tramites en esta agencia de banco, ¡es muy pequeña!. Veo que la secretaria una mujer nada bonita, se parece a una de esas chinas que salen en la tele, tiene la cara larga, blanca y esos ojos chinitos. Como dice mi papá parece chupada por una vaca, es muy lenta para atendernos y escribe en las teclas de la computadora mas despacio de lo que lo hace el abuelo Ramiro. Me siento aburrido y estoy sentado junto a mamí, pero atrás de nosotros hay un hombre raro, tiene el pelo muy chistoso, pero es raro. Desde que salimos en la mañana ella a tenido prisa, esta preocupada, yo sólo pienso que el otro mes cumplo ocho años, y en todos los regalos que voy a tener, en especial el Acá esta muy encerrado, me siento sofocado, pero mi mamí tiene que hacer unos tramites en esta agencia de banco, ¡es muy pequeña!. Veo que la secretaria una mujer nada bonita, se parece a una de esas chinas que salen en la tele, tiene la cara larga, blanca y esos ojos chinitos. Como dice mi papá parece chupada por una vaca, es muy lenta para atendernos y escribe en las teclas de la computadora mas despacio de lo que lo hace el abuelo Ramiro. Me siento aburrido y estoy sentado junto a mamí, pero atrás de nosotros hay un hombre raro, tiene el pelo muy chistoso, pero es raro. Desde que salimos en la mañana ella a tenido prisa, esta preocupada, yo sólo pienso que el otro mes cumplo ocho años, y en todos los regalos que voy a tener, en especial el de mi tía Gloria, ella el año pasado me regalo una computadora, pero no de esas feas, la mía si parece de verdad. El tiempo pasa y no hay modo de que nos vallamos de este lugar, lo que sé es que hay mucha gente, me siento mal de mi estomago y le pido a mi mamí un poco de agua, ella le dice a la seño que yo estoy enfermo, mientras me toca la frente y se da cuenta que estoy caliente, -desde ayer que esta malo y no ha comido nada, por eso esta tomando Gatored para que no se deshidrate. Y ya mero va a estar la carta, comenta la seño, pero yo en verdad ya no aguanto, le digo a mamí que me siento mal. Desde que llegamos aquí sentí el calor que hace adentro, y los retorcijones me están haciendo tanto mal, por fin la seño le dice a mi mamí que ya esta lista la carta por lo que ya nos podemos ir, por fin, cuando salga podré respirar.
- Ana.
La noche puso sus mejores galas mientras Ana va a buscar a su gata, le dice suavemente ¿dónde esta Misha? Y ésta responde con un maullido suave, se encuentra en la ventana de siempre, la mira a ella y vuele su vista a las estrellas, la toma suavemente por el vientre mientras le da de besos en el cuello, la gata se entrega al juego, se sienta en el sofá de la sala, le acaricia la espina dorsal en tanto le pregunta –¿en qué piensa Misha? A veces me pregunto qué piensa mi gata preciosa. Hoy ésta cansada y por momentos considera que ya no va a dar más y sin embargo lo da todo. La gata esta inquieta y salta de su regazo para ir a pararse al sillón, Ana se ofusca un poco por la actitud e implora ¡ah! Mi gata preferida no le importa lo que a mi me pasa. Pero al instante llega a una conclusión, ¡vaya, si que he salido buena! A ti lo único que te importa es que te alimente bien, sí, tu lechita tibia, el alimento y las caricias que cuando quieres te regalas a mi como una reina en busca de afecto, por hoy me ignoras, en que piensas... Ya vas a la ventana otra vez. Efectivamente la gata sube a la ventana se acomoda y vuelve a ver las estrellas abstraída de todo. No hay nadie en casa el disco que sonaba en el equipo de sonido ya acabo, le da pereza cambiar o apagar aquello, se vuelve a preguntar ¿qué miras Misha? Al mismo tiempo que también movida por su curiosidad se acerco a la ventana y escucho el quejido como quien dice estas invadiendo mí espacio, mí ventana. Al ver ese cielo limpio con el tono negro y azul oscuro que le confiere belleza y romanticismo de poetas a las estrellas al igual que Misha se deja llevar por el momento, se pregunta si hay vida en cada una de las estrellas que ve, vuelve a escuchar el maullido y en voz baja contesta –no seas mala mí minina, yo también quiero contemplar la belleza de la creación, a ver dime ¿habrá vida en aquellas estrellas?. Por un breve espacio de tiempo se fundieron en una sola, luego de ese lapso se vio reflejada en la ventana pudo descubrir sus ojos negros llenos de bella nostalgia, esos labios que a mas de alguno había mareado y la similitud con su gata. Es difícil poderse conectar del todo con la inmensidad y más cuando en el preciso momento de la unión llega la mamá tocando la puerta para que le abriera.
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