Salimos de un sueño mórfico
que se entregó a los placeres
del mar turquesa,
en la placenta espasmódica
del plasma liquido
que nos regala el fragmento
de segundos llenos de luz
en los abismos del océano
profundo de un azul indigo
con ballenas que surcan
los días de tibio sol anaranjado,
en las luchas marinas
de los bancos de peces
que nos regresan
a los sueños viajeros
de una cascada de locuras
son contener
de un sin fin
sin estrellas,
por los pulpos
de un gran basto mar
que regalando
los relampagos
marinos
nos hablan
de mundos
subacuáticos,
que tratan
de dar forma
a las letras
pintandose
de un mar,
al decir el todo
de un mar
que se llena
de poemas
vertidos en sus costas y riveras,
naufragando
en intempestivos dialectos
marinos de caballitos de mar
que sueñan.
22 / 01 / 2011.
que se entregó a los placeres
del mar turquesa,
en la placenta espasmódica
del plasma liquido
que nos regala el fragmento
de segundos llenos de luz
en los abismos del océano
profundo de un azul indigo
con ballenas que surcan
los días de tibio sol anaranjado,
en las luchas marinas
de los bancos de peces
que nos regresan
a los sueños viajeros
de una cascada de locuras
son contener
de un sin fin
sin estrellas,
por los pulpos
de un gran basto mar
que regalando
los relampagos
marinos
nos hablan
de mundos
subacuáticos,
que tratan
de dar forma
a las letras
pintandose
de un mar,
al decir el todo
de un mar
que se llena
de poemas
vertidos en sus costas y riveras,
naufragando
en intempestivos dialectos
marinos de caballitos de mar
que sueñan.
22 / 01 / 2011.
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