Con esta columna yo termino el tema de la xela cultural develando los misterios que esta encierra y diciendo la verdad a boca de jarro.
Identificamos ya los problemas: de que existe una identidad, una tradición y algo ese algo que pocos logran ver, llevan un mal amor y un orgullo corrosivo, pero también dimos con las cosas positivas chicos que se adaptaron al siglo XXI e impulsan los procesos de transformación o fusión positiva.
El error más mayúsculo se da cuando las dos partes "Jovenes" y "Viejos" (con todo respeto) se divorcian, distancian, atacan. No se dan cuentan que pueden coexistir de tal manera que los dos grupos ganan, aprenden y logran avanzar juntos dándole la oportunidad a xela. Es una verdadera estupidez no darse cuenta del atraso que generan.
Los jóvenes: ellos piensan que ser insolentes, hacer arte provocador, ir por los "ismos" subversivos y pateando todo el pasado como si aquello fuera una peste bubónica no les da la posibilidad de aprender del pasado, de conocer su historia real, de saber hacia donde ir, de tener bases solidad y un sentido para su orgullo, una fuerza extra en su propia grandeza.
Los viejos: el aferrarse a la cultura de 1827 los ha hecho quedarse como estatuas y en general ogros que rehuyen y atacan cualquier cambio, con o sin fundamentos, el ser muy tradicionales a causado un apartamiento natural y una gran brecha con los jóvenes, ellos podrían aportar su experiencia y conocimientos y también aprender de las nuevas fuerzas y juntos jalar esta carreta llamada cultura.
La cultura no se habla se vive, la cultura se construye en el presente, la cultura es aquella en la que convivimos a diario desde la comida hasta el baile de la región, es un gran universo del cual todos somos parte.
Pensamiento loco: los viejos de 22 años wuajajaja...
P.D. que mueran los clubs privados.
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